Conservar y preparar los alimentos de una forma higiénica es básico para evitar posible enfermedades o problemas de salud derivados del mal cuidado y manipulación de los mismos, además de para mantener su calidad nutricional. Ahora que comienza a salir el sol, aunque sea tímidamente, conviene recordar que con el calor se deben extremar las precauciones para evitar cualquier contaminación.
¿Cómo conservar y manipular los alimentos? En primer lugar, se debe evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados. El motivo es que los últimos pueden verse contaminado por el contacto con los primeros. Antes de ponernos a cocinar, es imprescindible lavarnos las manos con agua y jabón; y en el caso de tener alguna herida, llevar guantes para proteger tanto la comida como nuestra propia herida de las posibles bacterias que puedan transmitir una u otra al entrar en contacto. Además, conviene mantener la superficie donde vayamos a colocar los alimentos completamente limpia.
El agua que utilicemos, sea para lavarlos o para cocinar, debe ser de confianza sanitaria; en el caso contrario, se debe hervir. También debemos evaluar el transporte o manejo al que ha sido sometido el alimento en el punto de venta, prestando especial atención a aquellos productos ya caducados, latas abultadas o alimentos que presenten un estado deteriorado o un color extraño.
En el caso de la carne y el pescado, nada más comprarlos y llegar a casa han de ser puestos en el frigorífico o el congelador. Cuando deseemos utilizar alguna de aquellas piezas colocadas en el congelador, es importante esperar a que estén completamente descongeladas – mejor en el frigorífico o en el microondas – antes de cocinarlos.
Por último, aquellos alimentos que se suelen consumir crudos, como las frutas y verduras, tienen que ser lavados lo mejor posible. Un truco es meterlos en vinagre y remojarlos al menos media hora.