Dentro de los diferentes tratamientos para la piel que, además de ser útiles para cuidar la piel, también ayudan a la hora de rejuvenecer el rostro y la salud de la propia piel del cutis, las cremas faciales aportan la mayoría de nutrientes e ingredientes con principios activos que, precisamente, cumplen con estas principales características.
De hecho, la mayoría de estas cremas faciales cuentan con una virtud ciertamente especial: se pueden convertir en productos alternativos a otras técnicas o tratamientos, como es el caso de las inyecciones de ácido hialurónico o las inyecciones de botox.
Pero cada crema facial tiene su ventaja, al igual que puede ser utilizada para conseguir diferentes resultados. Por este motivo, siempre es útil descubrir un poco más sobre los diferentes tipos de cremas faciales que utilizamos en nuestras clínicas.
Cremas faciales para el rostro
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Cremas faciales hidratantes
Son las cremas más utilizadas y conocidas, dado que contienen ingredientes activos ideales a la hora de hidratar el cutis. La principal ventaja: existen cremas faciales hidratantes para cada tipo de piel. -
Cremas faciales regeneradoras
Son cremas que regeneran aquellas pieles que han sido dañadas por diferentes agresores externos, estimulando el tejido para que se remueva. -
Cremas faciales oxigenantes
Son cremas que ayudan a que los tejidos respiren, al activar la circulación para aportarles una mayor oxigenación. El resultado: conseguir una piel más tersa, joven y suave. -
Cremas faciales contra las manchas
Son cremas que ayudan a suavizar o prevenir la aparición de las manchas. Ello se debe a que reducen la producción de melanina de la piel, permitiendo por tanto la aclaración de las manchas. -
Cremas faciales contra las arrugas
Junto con las cremas hidratantes, son otras de las cremas más utilizadas, ya que consiguen reestructurar la piel a la vez que reducen la profundidad de las arrugas.