La medicina estética ha avanzado muchísimo en los últimos años, motivo por el cual en la actualidad contamos con una interesantísima diversidad de tratamientos y técnicas que solo persiguen un objetivo claro: conseguir el bienestar de cada uno de los pacientes. En esta ocasión te vamos a hablar de los hilos tensores, una técnica que muy pocos pacientes conocen, pero que –sin embargo- sí aporta importantes ventajas.

Los hilos tensores (conocidos también con la denominación de hilos rusos), son unos hilos sumamente especiales y muy finos útiles para rejuvenecer tanto el rostro como el cuello de los pacientes.

Permiten tensar la piel del rostro, con lo que se consigue devolver a su sitio el tejido que se ha ido descolgando poco a poco, con el paso de los años, debido sobretodo a la edad.

¿Cómo se aplican los hilos tensores?

Para poder aplicar los hilos tensores se hace necesario realizar unas pequeñas incisiones en puntos localizados del rostro de la persona. Estos puntos generalmente son la parte posterior y anterior del lóbulo de la oreja, en la parte interna de la boca, o en las sienes (disimulados con el crecimiento del cabello).

A través de estas pequeñísimas incisiones se insertan los hilos con diferente largura. Para ello, el especialista se ayuda de unas agujas especiales que permiten su introducción, para luego fijarlos en la piel y tensarlos hasta lograr devolver la piel flácida a su sitio original.

Ventajas de los hilos tensores en medicina estética

• Eliminan las arrugas de la cara.
• Ayudan a redefinir el óvalo de la cara y el contorno de la mandíbula.
• Evitan la flacidez y la caída de la piel del rostro y el cuello.
• Útiles para elevar y eliminar las arrugas de la frente