Para muchos ya han terminado las vacaciones, y septiembre es un mes en el que empezamos nuevo curso, nuevos proyectos y nuevos propósitos.
Uno de los propósitos más habituales en esta época es perder “esos kilitos de más” que hemos cogido en verano. Casi siempre pensamos que somos capaces de bajarlos tan solo comiendo muy poquito o quitándonos el pan, la cerveza, las patatas fritas…
Sin embargo, existen otras opciones que pueden resultar más beneficiosas para la salud y garantizan mejores resultados. Para ello, lo mejor es ponerse en manos de médicos especialistas en nutrición, ellos son los que tras un estudio de nuestro estado de salud van a proponernos una dieta adecuada y personalizada para ir perdiendo peso de manera progresiva y, lo que es más importante, aprender a comer, puesto que es lo que nos va a ayudar a no recuperar los kilos que perdamos y mantenernos en el “peso ideal”.
Para la mayoría es difícil seguir una dieta durante mucho tiempo, puesto que es un proceso lento, que conlleva esfuerzo y puede llegar a desesperar. Pero existen algunos trucos que nos ayudarán a ser constantes en la lucha por nuestros objetivos:
- No creas en las dietas milagro: como hemos dicho, lo mejor es acudir a un especialista, que cree una dieta a tu medida. Las dietas milagrosas de perder diez kilos en tres días no funcionan y pueden ser perjudiciales para la salud.
- Come de todo, pero sin pasarte: Una dieta equilibrada cuenta con todos los nutrientes necesarios para el organismo. No es necesario privarse de ningún alimento, siempre que sea sano, si controlamos la cantidad que ingerimos.
- Las famosas cinco comidas al día: Si hacemos todas las comidas evitamos tener hambre y picar entre horas.
- Planifica lo que vas a comer: esto nos ayudará a tener lo necesario para cocinar lo que debemos comer, en lugar de acudir a la comida rápida por falta de ingredientes.
- Lleva un diario de tus comidas: escribir lo que comes cada día e incluso cómo lo preparas es una práctica que nos ayuda al autocontrol y a ser conscientes de nuestra alimentación.
Si decidimos perder peso, no solo podemos quedarnos en el escalón de la dieta. El ejercicio debe formar parte de tu estilo de vida. De hecho, es en este mes cuando se da el mayor número de altas en gimnasios. ¡Anímate tú también! Hacer ejercicio puede ser una vía de escape, que te quitará estrés y hará que te sientas mejor físicamente.
Aunque el ejercicio también lo podemos hacer en casa, lo bueno de un gimnasio es que, al igual que con las dietas, nos ponemos en manos de profesionales que nos ayudarán e indicarán qué ejercicios son los más adecuados para cada uno de nosotros en función de nuestro estado de salud, objetivos (tonificación, resistencia, coordinación…). Otra parte importante que nos ofrece la figura del monitor es la motivación, siempre nos puede ayudar a no rendirnos y seguir adelante.
En todo caso, plantéate un objetivo a corto plazo, que sea alcanzable y rodéate de profesionales que te ayudarán a conseguirlo. Seguro que lo consigues, ¡ánimo!