Las cejas juegan un papel importante en el rostro, ya que aportan expresividad, enmarcan la mirada y potencian nuestros rasgos. Desde hace unos años, las cejas gruesas son tendencia, pero, en muchos casos, no se tienen lo suficientemente tupidas.
Y más a allá de la moda, existen otras causas por las que se puede perder por completo el pelo de las cejas. Esto puede ser causado por enfermedades como el lupus, sífilis, radioterapia o quimioterapia, quemaduras, etc.
Con el fin de acabar con este problema, nace el microinjerto capilar en la zona de las cejas, una técnica que asegura resultados definitivos.
¿En qué consiste?
El microinjerto capilar en las cejas es un tratamiento por el cual se trasplanta pelo en dicha zona. El pelo trasplantado debe ser bien escogido, teniendo en cuenta la textura, color, calibre, etc.
Este tipo de trasplante capilar no supone una gran operación, ya que se usa anestesia local, es indoloro y su recuperación es rápida.
¿Cómo se hace?
El microinjerto capilar en la zona de las cejas se puede realizar de varias formas.
Sin embargo, la más común es el injerto mediante el método FUE, ya que nos garantiza buenos resultados a largo plazo.
[b_borded] El trasplante capilar puede ser de forma parcial o total. [/b_borded]
La reconstrucción parcial de la ceja se realizará cuando esta posea una cicatriz o una zona menos poblada. Por el contrario, cuando hay ausencia total de pelo, se realizará una reconstrucción completa.
Reconstrucción Parcial
Para realizar un microinjerto en una zona concreta de la ceja, se suelen extraer delicadamente varias unidades foliculares de la otra ceja. Estos folículos se injertan en la ceja afectada, siempre respetando la angulación del crecimiento del pelo.
La dirección de crecimiento no es igual en todos los pelos de las cejas, por lo que serán colocados en diferentes posiciones. Por ejemplo, los injertos que se coloquen a mitad de la ceja, deben ser puestos hacia la parte alta de la nariz; y los injertos de la parte lateral se colocarán en dos direcciones. Con esto, queremos destacar que es imprescindible conocer la orientación natural del pelo en las diferentes zonas de la ceja, puesto que nos permitirá imitar la posición a la hora de realizar el microinjerto y nos asegurará un mejor resultado.
Reconstrucción total de la ceja
Como hemos dicho, otra de las causas que lleva al paciente a realizarse un microinjerto en la zona de las cejas es la ausencia de estas, que puede darse por diferentes causas:
- Traumas térmicos o químicos, como quemaduras eléctricas o accidentes de tráfico.
- Enfermedades sistemáticas o locales.
- Depilaciones mecánicas.
- Medicamentos o terapias como la radioterapia o la quimioterapia.
En estos casos, se realizará un repoblación total de las cejas, a partir de la extracción de pelo de la región occipital más baja. Esta zona es bastante buena para ser donante, puesto que el pelo es fino y corto y con características similares al de las cejas.
En la reconstrucción parcial imitábamos a la ceja donante, sin embargo, cuando hay ausencia de cejas debemos dejar claros con el paciente varios aspectos como la forma, la altura, el grosor, la densidad, etc. Todos estos factores influirán en su imagen y en la expresión de su cara.
¿Y después de la intervención?
Se puede hacer vida normal y no supone unos cuidados extremos. El pelo seguirá creciendo, ya que mantiene la información genética, y se empezarán a ver los primeros resultados en tres meses, aunque dependiendo de cada paciente la evolución será más rápida o más lenta. En cualquier caso, el resultado definitivo se podrá ver al año de haber realizado la intervención.
En los últimos años se ha avanzado mucho en las técnicas de trasplante de pelo y ya nos ofrecen resultados increíbles en varias partes del cuerpo. Lo más demandado son los microinjertos en la zona de las cejas, en la cabeza e incluso el injerto capilar en la barba.