¿Te estás planteando someterte a un lifting facial pero tienes dudas sobre si es la mejor opción para ti? Aunque esta cirugía estética ha evolucionado mucho en seguridad y resultados, no está indicada en todos los casos. Existen una serie de contraindicaciones del lifting facial tanto médicas como psicológicas que deben tenerse en cuenta antes de decidir realizarse esta intervención.
En este artículo te explicamos en qué consiste un lifting facial, cuáles son sus contraindicaciones más importantes y por qué una evaluación previa con un profesional es clave para asegurar una experiencia segura y satisfactoria.
¿Qué implica un lifting facial?
Un lifting facial (o ritidectomía) consiste en estirar y reposicionar músculos y piel del rostro y cuello, eliminar exceso de grasa y tensar los tejidos subyacentes, con el fin de rejuvenecer la apariencia de forma más permanente que otros tratamientos no quirúrgicos.
Aunque en manos expertas la técnica es segura, la decisión de operarse debe tomar en cuenta no solo el estado del rostro sino también factores generales de salud.
Principales contraindicaciones del lifting facial
A continuación, te explicamos en detalle las contraindicaciones más relevantes, según el listado que nos proporcionaste y las guías clínicas habituales:
1. Personas con diabetes
La diabetes puede afectar de manera importante la capacidad del organismo para cicatrizar correctamente. En un procedimiento como el lifting, en el que se realizan múltiples incisiones en la cara y cuello, un mal control glucémico puede aumentar el riesgo de infecciones, hematomas y complicaciones en la recuperación.
No es una contraindicación absoluta, pero en personas diabéticas, la cirugía solo se plantea si la enfermedad está bien controlada y supervisada.
2. Personas con hipertensión
Los pacientes con hipertensión no controlada presentan mayor riesgo de sangrado intraoperatorio y postoperatorio. Además, una presión arterial elevada puede comprometer la oxigenación de los tejidos y empeorar los resultados estéticos.
Si tienes tensión alta, es imprescindible que esté regulada y estable antes de considerar cualquier cirugía facial.
3. Problemas de circulación
Enfermedades que afectan a la circulación sanguínea, como insuficiencia venosa o arterial, pueden dificultar la correcta irrigación de la piel intervenida. Esto conlleva un mayor riesgo de necrosis tisular, mala cicatrización o infecciones.
Antes de intervenir a un paciente con este tipo de afecciones, se deben realizar estudios previos y consultar con el especialista correspondiente.
4. Problemas de cicatrización
Pacientes con antecedentes de cicatrices queloides, cicatrización lenta o anómala deben tener especial precaución. Aunque existen técnicas quirúrgicas que minimizan el riesgo de cicatrices visibles, este tipo de alteraciones pueden alterar el resultado final.
No siempre es una contraindicación absoluta, pero sí un aspecto que debe valorarse a fondo con el cirujano plástico.
5. Infecciones activas
Si el paciente presenta una infección activa en cualquier parte del cuerpo, no debe realizarse ningún procedimiento quirúrgico hasta que esté totalmente controlada. El riesgo de que la infección se propague o afecte a las zonas intervenidas es alto, especialmente en cirugías con manipulación extensa como el lifting.
6. Problemas de coagulación
Las alteraciones en la coagulación de la sangre aumentan el riesgo de hematomas, hemorragias y complicaciones quirúrgicas graves. Enfermedades como la hemofilia o el uso de anticoagulantes deben valorarse cuidadosamente, y en muchos casos, la cirugía debe ser descartada o postergada.
7. Sistema inmune debilitado
Pacientes con inmunosupresión, ya sea por enfermedades (como VIH) o por tratamientos (como quimioterapia o corticoides prolongados), tienen una capacidad reducida para defenderse de infecciones y recuperarse correctamente. En estos casos, el lifting no está recomendado hasta recuperar una condición de salud más estable.
8. Problemas psicológicos o expectativas poco realistas
No se recomienda realizar un lifting facial en personas con trastornos psicológicos no tratados, como dismorfofobia o depresión grave, ni en quienes presentan expectativas imposibles sobre el resultado de la cirugía.
El lifting facial no transforma completamente a una persona ni borra por completo los signos del paso del tiempo. La motivación debe ser realista y sana, buscando una mejora natural, no la perfección absoluta.
Consulta médica: el paso que nunca debes saltarte
Antes de someterte a cualquier procedimiento quirúrgico, es esencial pasar por una valoración médica completa, donde se analizarán:
- Tu historial clínico.
- Tus hábitos de vida (tabaco, medicación, enfermedades).
- Tu estabilidad emocional y tus expectativas.
- Los posibles riesgos personalizados para ti.
Solo con esa información se puede tomar una decisión segura y ética.
El lifting facial es una técnica eficaz para rejuvenecer el rostro y devolverle firmeza, pero no está indicado en todos los casos. La diabetes, hipertensión, infecciones activas, problemas de coagulación o de cicatrización, así como situaciones psicológicas específicas, pueden convertir esta cirugía en una opción no recomendable.
En Be you Murcia apostamos por la medicina estética responsable. Nuestro equipo médico analiza tu caso de forma individualizada para ayudarte a tomar la mejor decisión para tu salud, tu bienestar y tu imagen.