La calvicie o alopecia se ha convertido desde siempre en una preocupación bastante habitual ya no solo para muchos hombres, sino también para mujeres. Dependiendo del tipo de alopecia al que el especialista se enfrente, existen diferentes estrategias terapéuticas útiles para reducir o incluso solucionar la alopecia. Pero ¿cómo se diagnostica? ¿cómo es el diagnóstico de la calvicie?.
Si existe un problema que preocupa desde siempre a una gran cantidad de hombres, esa es la alopecia, siendo la más común entre los hombres la denominada como alopecia androgenética masculina. (un tipo de alopecia hereditaria, que afecta sobretodo a varones adultos (incluso desde poco después de la adolescencia), por necesitar la presencia de andrógenos para manifestarse).
Pero también podemos encontrar nos con la alopecia androgenética femenina, que afecta a un pequeño porcentaje de mujeres con edades comprendidas entre los 20 a 30 años, aunque la cifra aumenta hasta el 30% cuando nos situamos en rangos de edad entre 40 y 60 años.
Por tanto, nos encontramos ante un problema común o habitual que afecta a hombres y mujeres, aunque es cierto que son los hombres quienes sufren más casos de alopecia.
¿Cómo se diagnostica la calvicie?
Para realizar el diagnóstico de la calvicie, es fundamental que el especialista tenga en cuenta lo siguiente:
-
La historia clínica del paciente
-
Su ritmo de vida
-
Si existen antecedentes familiares
-
Si ha sufrido alguna lesión o accidente
-
Si toma algún tratamiento médico
Además, se realiza una exploración física tanto del cuero cabelludo como de los propios cabellos, lo que a su vez ayuda a conocer la distribución de las zonas de alopecia, el aspecto del cabello y su fragilidad.
En determinados casos en que se requiere un estudio complementario, generalmente suele realizarse a su vez un análisis de sangre, de forma que también es preciso estudiar los niveles hormonales cuando se sospecha que algún componente hormonal puede ser la causa.